Tuesday, February 05, 2008

No

Ey, qué tal, cómo va?

Yo en la parte insabora de la vida, redactando líneas sumamente rectas, perdiendo los nervios por culpa de gente que cada día me parece más estúpida.

Los quehaceres aquí son insulsos, poco continentes y menos contenidos. Espero respuestas de fuego desde tu mano que escribe para así imaginarme que hay otra solución, o por lo menos otro planteo al enigma de la vida. Quizá tú acertaste cuando dejaste crecer las alas de tu lomo. Quizá debería haberte seguido como un tonto, castrando mi carácter mientras tanto.

No estaría tan mal resignarse ante el sino de tu propia vida si durante el proceso vas amando a alguien. Ese alguien podrías ser tú, con tus historias y tu desangrado corazón, que va dejando marca por allí donde pasa.

No recibo noticias tuyas, por lo cual me pongo a escuchar la canción que me acompañó las primeras veces que te extrañé. Es un acto reflejo, habitual en los tipos como yo.

No encuentro nada más, ahora soy como una montaña de azúcar que nota como el cafe líquido, que es mi desidia, trepa por ella y la anega hasta acabar incluso con sus ganas de querer existir.

Kaput.